martes, 22 de noviembre de 2011

PRONOSTICO Y CURA

El pronóstico (posibilidad de recuperación) de la ALL infantil usualmente es muy
bueno. Sin embargo, tanto el pronóstico como el tratamiento dependen de
• la edad y el conteo de glóbulos blancos al momento del diagnóstico
• la respuesta al tratamiento inicial
• el origen de las células de leucemia (a partir de linfocitos B o T)
• ciertos cambios en los cromosomas de los linfocitos
• involucramiento del cerebro y la médula espinal
Existen diferentes tipos de programas de tratamiento. Algunos programas
son estándar (se utilizan actualmente) y algunos están siendo probados
en ensayos clínicos (son experimentales). La mayoría usan quimioterapia
(terapia con fármacos). Además, algunos pacientes pueden requerir
radioterapia (uso de rayos X de alta energía) o transplante de médula ósea.

QUE ES LEUCEMIA ?? Y DE DONDE PROVIENE


Leucemia linfoblástica aguda
La leucemia linfoblástica aguda (ALL) es el cáncer más común en niños y representa aproximadamente un cuarto
de todos los cánceres entre personas menores de 15 años. Se trata de un cáncer de la sangre y la médula ósea (el tejido
esponjoso al centro del hueso). En la ALL, demasiadas células madre de la médula ósea se convierten en un tipo de
glóbulos blancos llamado linfocitos. Estos linfocitos anormales son incapaces de combatir bien las infecciones. Además,
a medida que aumenta la cantidad de linfocitos, se reduce el espacio para los saludables glóbulos blancos, glóbulos rojos y
plaquetas. Esto puede ocasionar infecciones, fatiga y sangrados que ocurren fácilmente. El ejemplar del 21 de marzo de 2007
de JAMA incluye un artículo sobre el aumento en la cantidad de cánceres secundarios más de 30 años después del tratamiento
exitoso de la ALL. Los resultado sugieren que se requiere seguimiento de por vida para las personas que sobreviven a la ALL.

Un acto de Amor


HOLA, MI NOMBRE ES WILLIAM, pero me pueden llamar Billy. Les contare mi historia, para ello tenemos que retroceder cinco años. El 15 de octubre del 2005, un día ordinario tal como hoy, hubo un paseo que organizó mi colegio hacia Chosica. Al llegar a Chosica bajamos del bus y nos ubicamos, luego jugamos hasta que llego el momento de comer para eso tuvimos que subir ha una pequeña colina. Entonces, al subir la colina comencé a sentir mareos, y me desmayé. Cuando desperté, me dijeron que había estado desmayado 10 minutos, pues al abrir mis ojos vi a todos a mi alrededor; me sentía cansado y con náuseas, sin embargo, mi profesor me dijo que de repente me había dado soroche - Quizá - dije concienzudo-. Pese a los continuos síntomas de malestar, me mostré indiferente, puesto que al llegar a mi casa en seguida me tendí en mi cama. Desperté después de 5 horas, ya era de madrugada, y me di clara cuenta que había perdido la sensibilidad de mi barbilla, desconcertado como preocupado, recurrí a despertar a mis padres explicándoles lo que me sucedía. Mi papá como es médico aseguró que de repente me había picado un insecto o que se trataba de una tifoidea. A partir de este parcial diagnóstico comenzó con un tratamiento para la supuesta tifoidea. Sin resultados favorables, mi papá acudió a inocularme suero, pues mi condición empeoraba…; me sentía cada día peor, mi boca estaba pálida, además de tener malos reflejos y entre otros malestares. No obstante, mi abuela, al observar mi postura encorvada y maltrecha como mi situación en sí de aquella fiebre incesante, dijo: -Tenemos que llevarlo a un hospital de inmediato, el pobre arde en fiebre, necesita de la intervención de un médico especialista en estos casos.Y así fue. Me llevaron, a penas duras pude soportar del trayecto, a un hospital donde me sacaron sangre, de allí fuimos a mi casa. Después de 2 días llamaron del hospital para indicar que mis resultados habían revelado una hemoglobina de 8.5, entonces mis padres me llevaron a un consultorio para que me saquen sangre nuevamente para comprobar si mi hemoglobina había bajado más aún, y efectivamente al sacarme sangre y ver los resultados tenía 4.5 de hemoglobina, en pocas palabras estaba a punto de encarar a la muerte, mi madre comenzó a llorar y mi padre enmudeció , un golpe de gracia al corazón, ay, no lo habían previsto, entonces me llevaron directo al hospital de emergencia. Al entrar a emergencia solo al verme me condujeron de frente a colocarme suero, al cabo de unas horas le dijeron a mi madre que iban a intervenir unos especialistas para diagnosticar mi problema; en ese momento se presento el doctor Murillo jefe de hematología y trasplantes de células madre. -Hola, señora, soy el doctor Murillo y me es necesario tener su permiso para hacerle a Billy unas pruebas. Las pruebas consisten en extraer parte de su médula espinal, se trata de obtener una cierta cantidad de células madres, para eso tengo que recurrir a una punción en su columna. Mi madre acepto evidentemente. El doctor se dirigió en palabras hacia a mí en plena prueba, y me dijo - hola, ¿Cómo estás? ¿De qué equipo eres? mientras me inyectaba una sustancia en la vía de mi brazo que era la que me iba a adormecer todo mi cuerpo (anestesia general). Antes de responderle, ya me había quedado dormido. Al despertar estaba boca abajo, y mi mamá con una gran aflicción no podía contener el descorrer de sus lagrimas, empero, se enjugó el llanto a penas me vio despierto de mi letargo. La causa por la cual mi madre prorrumpió en sollozos era debido a los resultados, porque se trataba de leucemia linfática aguda (cáncer a la sangre). Tiempo después de los resultados comenzó mi tratamiento que duro aproximadamente un año en mi caso, gracias a la abnegación de mi hermana Celeste que por ser compatible conmigo mi tratamiento duro menos de lo estipulado, ya que un tratamiento normal sin trasplante de médula ósea dura alrededor de 5 años con quimioterapias muy dolorosas como si se tratara de un suplicio. Mi tratamiento consistió en eliminar las células malévolas (cancerígenas) con quimioterapias pero al ponerme esta sustancia también exterminaban a las benévolas, y por lo tanto me enervaban. El hospital era como mi segunda casa, ya que habitaba más allí que en mi propia casa, lo bueno era que después de cada sesión de quimioterapia podía salir del hospital sólo por una semana, luego tenía que regresar para seguir con mi tratamiento. 8 meses después de hospitalización y quimioterapias, además claro de trasfusiones de sangre, ya que las quimioterapias me disminuían más las defensas, por tanto tenían que hacerme trasfusiones de sangre, en pocas palabras era un vampiro, puesto que al cabo de un año me sometí por varias de estas trasfusiones. Pero gracias a Dios, después de 8 meses el doctor vio que mis resultados eran buenos sin recaídas, entonces observó a mis hermanos con la posibilidad de un trasplante de medula ósea, y es cuando les hacen la prueba de compatibilidad a mis hermanos José y Celeste. Cuando salieron los resultados José salió 80% compatible conmigo una buena cifra, pero no para el doctor y mi hermana salió con 100% compatible, por lo cual el doctor quedó boquiabierta, ya que esa cifra era algo demasiado inusual y más de lo esperado en cuanto a expectativas. Celeste con solo 4 años de edad, la prepararon para la operación que consistía en extraerle medio litro de medula ósea y transferírmela a mí. Llegada la fecha yo ya me encontraba en el octavo piso del hospital en la área de trasplantes que era un área sobreprotegida contra infecciones u otro agente patógeno, pero entrar a visitarme una persona tenía que pasar por unas 4 puertas, ponerse un mandil, mascarilla y otras cosas que no recuerdo bien, y desde luego lavarse las manos. Estuve ahí un mes. Un día me llevaron a hacerme radioterapia que consistía en bajarme totalmente las defensas y dejarme vulnerable e indemne para cuando me inyecten la médula de Celeste, su médula encuentre una zona limpia de leucocitos y anticuerpos.Al ponerme en nivel “cero” estaba totalmente abatido y sangraba con facilidad; era hora de mi hermana. La llevaron a sala de operaciones y le extrajeron medio litro de médula ósea, y de allí la llevaron en pocos minutos a transferírmela donde para ese entonces me habían puesto un catéter en el cuello para que por allí pase la médula de mi hermana. Después de la transfusión todos los días me sacaron sangre para compensar si la médula había respondido, dado que los médicos se iban a dar cuenta por los cromosomas de la médula, ya que como la donante era mujer tiene cromosomas xx mientras que yo por ser hombre tengo cromosomas XY, sin embargo al admitir mi organismo la médula, mi médula paso a ser cromosomas XX por mi hermana. Luego para adelante ni quimioterapias ni radioterapias, ni siquiera más trasfusiones de sangre sólo tuve que tomar unas pastillas por una temporada para no rechazar probablemente la médula. Al cabo de un mes y medio me dieron de alta ¡Había renacido!Mi historia fue tan especial e increíble que salí en canales de tv grabados y en vivo, también en radio, periódicos y revistas. Ahora ven, estoy aquí después de 5 años gracias a los doctores, mi familia en especial a mi hermana, ya con 20 años en el año 2010, estudiando comunicación audiovisual multimedia en la Toulouse Lautrec , no puedo evitar callar, exclamando de júbilo – ¡Estoy vivo!-J. FIN (Escrito por William E. Mori Estela )